
Sin duda que ver en las deposiciones (heces) de nuestro bebé ciertas cantidades de mucosidad acompañada con puntos o pequeños coágulos de sangre, nos puede alarmar y asustar, y no es para menos ya que esta situación es un poco delicada y puede complicarse si no se trata adecuada y rápidamente.
Cuando esta situación se presenta lo primero que queremos saber es que está causando esta situación, como ya hemos mencionado en otro Artículo La Diarrea, es una alteración causada por virus, bacterias, alergia a alimentos, y muy raro en edades de 0 a 4 meses por parásitos.
Para responder esto es necesario conocer un poco como funciona esa parte en donde se está produciendo la alteración. Los Intestinos están rodeados en su interior por una membrana cuya función es protegerlos de agentes externos para que no dañen las paredes de los mismos, cuando estos son atacados por cualquiera de las causas anteriores virus, bacterias, sustancias de alimentos, parásitos, el primer daño se produce en esa membrana, la cual es rechazada o desprendida del intestino con el fin de deshacerse de las bacterias o los agentes dañinos alojados en ella, y así combatirlos, cuando se produce este desprendimiento, puede resultar que en ese proceso se libere un poco de sangre, y luego todos esos restos son expulsados del cuerpo en las deposiciones, siendo visibles, y es lo que conocemos como mucosidad y sangre en las heces. La sangre de color rojo intenso también nos ayuda a determinar donde está produciéndose el daño, es decir, cuando la sangre proviene de una parte alta como el estomago, puede verse en las heces manchas marronas oscuras o negras debido al proceso digestivo y los ácidos gástricos que alteran la composición de la sangre y color, o quizás no sea visible al ojo, en cambio cuando proviene de partes bajas como los alrededores del recto y ano, el tiempo que tarda en salir es muy corto para que se alteren sus características normales y es por eso que es visible con un color rojo intenso en las deposiciones del bebé.
En estos casos lo mas recomendable es buscar asistencia medica inmediata, ya que el Pediatra es el indicado para determinar a través de la realización de pruebas lo que esta causando el daño en el bebé, como debe ser tratado.
Como hemos mencionado en otros artículos los virus viven por ciclos, al culminar dicho ciclo desaparecen y con ellos la infección. Generalmente no requieren ser tratados por medicamento alguno. Pero para contrarrestar la pérdida de líquido es recomendable dar abundante líquido (agua, suero oral), se puede complementar la alimentación con agua de arroz.
Contrario al virus, ésta se reproduce y va atacando progresivamente, puede causar mayor daño, aunque el organismo puede desarrollar defensa para contrarrestarlas, generalmente los médicos recurren a la utilización de antibióticos para atacar y destruir la bacteria con mayor rapidez. Lo principal en estos casos, es no evitar que el bebé se deshidrate, ya que en este cuadro diarreico, el pequeño cuerpo del bebé puede perder gran cantidad de líquido en poco tiempo.
No existen medicamentos para combatir esta alteración, ya que no es una enfermedad sino una condición que generalmente desaparece hacia el sexto mes de vida del bebé. Si la madre amamanta, lo primero que se debe hacer es suspender de su dieta cualquier alimento que pueda ser alergeno, entre estos: lácteos (quesos, mantequillas), salsas en exceso, grasas, frutas cítricas, trigo, debido a que estas sustancias quizás no afecten a la madre pero pasan al bebé a través de la leche materna y pueden causarle daño. Si el bebé toma formula se recomienda utilizar una formula hipoalergénica, ya que reducen los componentes de la leche que pueden causar alergias y es mas fácil de asimilar por el organismo del bebé.
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