Los Bebés no deben ser sacudidos

En ocasiones nos llegamos a sentir rodeados de problemas y preocupaciones por diversas razones: problemas en el trabajo, nuestra situación económica, problemas familiares y otros factores que se traducen en estrés; esto nos coloca con un nivel mínimo de tolerancia y paciencia hacia nuestro bebé que al presentar situaciones de llanto incontrolable sobre todo en horas de la noche actuemos violentamente sacudiéndolo como ultimo recurso para que se calme o deje de llorar, pero por nada del mundo debemos hacer esto ya que está comprobado que puede causar daños irreversibles en el cerebro del bebé.
Sacudir un bebé, es moverlos bruscamente con fuerza y violencia, puede producir una grave lesión cerebral conocida como “Síndrome del Bebé Sacudido”. Los bebés y los niños pequeños tienen los músculos del cuello demasiado débiles para controlar el peso de la cabeza. Si se les sacude, la cabeza se mueve rápidamente hacia adelante y hacia atrás, esto hace que el cerebro se golpee contra la pared del cráneo y sufra contusiones.
Normalmente, las sacudidas suceden cuando alguien se frustra con un bebé o un niño pequeño. A menudo, la persona que da las sacudidas está cansado de los lloros del bebé. Sin embargo, a muchos adultos también les gusta lanzar a los niños al aire y piensan equivocadamente que la respuesta excitada y ansiosa del niño es de placer. Lanzar los niños al aire, aunque sea suavemente, puede causarles daños internos y graves problemas en el futuro.
Las sacudidas pueden causar lesiones cerebrales, ceguera parcial o total, sordera, problemas de aprendizaje, retraso mental, parálisis cerebral, convulsiones, dificultades del habla e incluso la muerte. Aunque puede que no haya señales externas de lesiones después de las sacudidas, el bebé puede haber sufrido daños internos, y es posible que estos daños no se noten durante años incluso hasta que el niño comience a ir a la escuela y no pueda tener el mismo ritmo de aprendizaje que sus compañeros.
Es importante saber que algunos bebés lloran mucho cuando tienen hambre o cuando están mojados, cansados o simplemente quieren compañía. Otros bebés sólo lloran en ciertas ocasiones. Algunas veces todo lo que necesitan es alimento o un cambio de pañal, pero otras veces eso no es suficiente. Pero por mucho que llore un bebé jamás debe ser sacudido, para evitar llegar a este extremo podemos tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Asegúrese de que todas las necesidades básicas del bebé se han satisfecho.
  • Dé de comer despacio al bebé y hágale eructar a menudo.
  • Tome el bebé en sus brazos, póngale contra su pecho y camine o acúnele.
  • Cante o ponga música suave.
  • Dé una vuelta con el bebé en automóvil o en su cochecito.
  • Tenga paciencia. Si no puede cuidar del bebé con calma o si tiene problemas controlando su enojo, tómese un descanso y pídale a otra persona que cuide del bebé.
  • Lleve al bebé al médico si continua llorando.
Fuentes Consultadas: National Center on Shaken Baby Syndrome, Academia de Pediatría Americana, California Childcare Health Program

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