La primera infancia es un período crítico en el desarrollo de la mente del niño. El cerebro del recién nacido se triplica en tamaño entre el nacimiento y los 2 años. Se conoce bien que ciertas actividades durante este período crítico pueden promover el desarrollo óptimo, mientras que otras pueden obstaculizarlo; el desarrollo de la memoria, control de impulsos y el idioma en particular, pueden ser ayudados por el juego imaginativo.
El investigador principal, Dimitri A. Christakis, MD, MPH, del Hospital de Niños de Seattle y el Instituto de Investigación de la Universidad de Washington llevaron a cabo un estudio piloto con 175 niños de edad 1,5 a 2,5 años. Se seleccionó un grupo de 88 niños a los cuales les enviaron dos conjuntos de bloques de construcción y dos boletines informativos con sugerencias para los padres acerca de las actividades que las familias y los niños pueden hacer con los bloques, como el tipo y el color. El otro grupo de 87 niños no recibieron nada sino hasta después de la conclusión del estudio.
El estudio determinó que los niños que recibieron bloques obtuvieron 15 por ciento más en su evaluación del lenguaje que los que no lo hicieron. Estos resultados sugieren que el juego con los bloques puede ser eficaz en la promoción del desarrollo del lenguaje.
«Jugar juntos sigue siendo la mejor manera en que los padres pueden ayudar a fomentar el desarrollo de sus hijos pequeños»
«Nuestros hallazgos apuntan a una pragmática y divertida manera de mejorar la adquisición del lenguaje»
La investigación especula que la utilización de los bloques de juguete resultó en más tiempo de juego y recreo sustituyendo actividades que no promueven el desarrollo del lenguaje, como ver televisión.
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